El pan tostado tiene algo especial. Ese crujido al morder, el aroma cálido que se eleva desde la tostadora o la sartén, y la posibilidad infinita de combinaciones lo convierten en un clásico que nunca falla. Pero ojo: no todo pan sirve para una buena tostada.

Para nosotros, el secreto está en usar pan de verdad, con buena miga y corteza. Las rebanadas gruesas de hogaza o pan de espelta tostadas lentamente conservan su textura y aportan sabor auténtico. Una buena base merece buenos acompañantes: aceite de oliva virgen, chorizo gallego, queso del país o incluso dulce de membrillo.

También nos encanta la versión dulce: tostadas con mantequilla y azúcar, crema de castañas o compotas caseras. En Enxebre OgiDenda te damos las opciones, tú pones la creatividad. Porque una tostada puede ser desayuno, merienda o cena… pero siempre debe ser deliciosa.