Hay sabores que nos transportan, y en Galicia muchos de ellos vienen del horno. Rosquillas que huelen a anís, bicas esponjosas con ese dorado perfecto, mantecados que se deshacen en la boca. Son recetas que pasan de abuelas a nietos, y que en Enxebre OgiDenda queremos mantener vivas.

Nuestra repostería está hecha con ingredientes sencillos pero con mucho corazón: harina, huevos, manteca, limón… y paciencia. Aquí no usamos conservantes ni prisas. Cada dulce tiene una historia y un ritmo, y respetarlos es parte de su encanto.

Además, creemos que lo enxebre también puede ser dulce. Por eso, entre nuestros mostradores encontrarás dulces típicos que huelen a pueblo, que se comen con las manos y que dejan migas en la mesa y sonrisas en la cara. Porque el dulce, si es casero, siempre sienta bien.